Escrito por Teresa Melo, Coordinadora del taller de Poetas del Caribe y el Mundo “Jesús Cos Causse”
Si privilegio ha sido contar vivencias de ediciones anteriores del Festival [del Caribe], lo es también traer estas fotos de uno de los momentos del 2020. En la tarde del 8 de julio, con algunos de los líderes y coordinadores de talleres y encuentros, fue entregado en presencia insustituible el Premio Internacional Casa del Caribe a Mililian Gali Riveri, ser de luz que trajo a Santiago de Cuba el primer tambor de fundamento, hacedor y padre de tambores, maestro, quien además ha legado su conocimiento en libros, entrevistas, clases… Las autoridades de la provincia hicieron un alto en su compleja misión para llegar hasta el Patio de la Casa del Caribe y homenajear a Gali y al Festival.
El pequeño diablillo bajo uno de los árboles dejaba su mensaje preciso. Feliz abracé a algunas de las personas imprescindibles para que cada vez se concrete el sueño común de naciones de vivir una vida que se nos parezca. Elegimos preservar nuestras raíces, ponerlas dentro del canto, el teatro, las artes visuales, el baile, la palabra, para que no puedan sernos arrebatadas.
Que arda el fuego y destruya maldades y consuma los odios y deje en cenizas la ignorancia. Que no olvidemos de quiénes y para quienes tenemos memoria. Suenen los tambores hijos de aquel primero de Gali: sea un toque por la PAZ y por nuestra madre tierra.
¡Aché! Mucha luz por los vivos y por los que viven en nosotros. Nos vemos en julio de 2021. Agradecida, hermanos y hermanas.