Escrito por Darlyn Esmeralda Legrá Tissert (Periodista de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santiago de Cuba)
La ciudad de Lamentín, Martinica, y la ciudad de Santiago de Cuba, festejan los 25 años de cooperación. Una relación marcada por la solidaridad y ayuda recíproca e incondicional.
Desde la firma del acuerdo de hermanamiento en 1996 por Pierre Samot (ex-alcalde de Lamentín) Y Nicolás Carbonell (expresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santiago de Cuba), inició toda una serie de intercambios y proyectos educativos, culturales, científicos y económicos, en los que ha sobresalido el mutuo amor, respaldo y apoyo entre ambos pueblos.
En el sector económico, en 1997 se firmó un convenio de hermanamiento entre el sindicato de los panaderos de Martinica y la Empresa Panificadora de la ciudad de Santiago de Cuba. Este convenio fue resultado del contacto profesional entre panaderos de ambas ciudades conocido como el proyecto “El Pan de la solidaridad”. Además, la ciudad de Santiago de Cuba, recibió con beneplácito en dos ocasiones a una delegación de empresarios de Lamentín que participaron en Fería internacional de ExpoCaribe.
Las tareas de impacto en el sector Educación también se han hecho palpables; en 1998 se promovió el interés por la historia de Cuba, y específicamente por la figura del Titán de Bronce con el concurso “Antonio Maceo”, el cual incluyó un viaje educativo a Santiago de Cuba para los ganadores. También, desde el 2004 y hasta el 2019, instructores de arte cubanos participaron en instituciones educacionales de la pequeña infancia, preescolar y escolar en la ciudad de Lamentín con los proyectos ADELANTE, Vamos chiquitos y ADELANTE 2.0. Estos proyectos consistían, fundamentalmente, en incentivar en los niños el interés por el español a través de las artes; así como intercambiar con los educadores de Lamentín sobre métodos pedagógicos para la enseñanza.
Desarrollo urbanístico
Una de las esferas en las que la colaboración ha dado sus frutos con beneficios para ambas ciudades es precisamente en el desarrollo urbanístico manifestado a través de las artes. Resaltan en 1998 la creación de la obra de arte monumental: el Árbol de la Libertad, conocido como Neg Mawon diseñado por el martiniqueño René-Corail y ejecutada por el artista Alberto Lescay Merencio; y la construcción de la Plaza Antonio Maceo, símbolo del hermanamiento entre ambas ciudades. Dicha plaza fue remozada en el 2019 con la nueva escultura monumental de Antonio Maceo donada por la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santiago de Cuba, el artista plástico Julio Carmenate Laugart del Taller Cultural Luis Oduardo y la Fundación Caguayo.
La plástica también forma parte de estos 25 años de cooperación con acciones que embellecieron a las ciudades hermanas. Para 2006 un equipo multidisciplinario de Lamentín, Martinica y la Ciudad Héroe trabajaron en la pintura mural del cementerio de Lamentín. Dos años después, ese mismo equipo multidisciplinario se volvió a unir, pero esta vez en Santiago de Cuba para la 8 va edición de la Bienal Internacional de pintura mural, “Internos”. Una vez más, en 2015, la pintura mural se convirtió en una de las formas para mostrar las relaciones de amistad con la realización, por artistas martiniqueños, de una pintura mural en cerámica situada frente a la casa natal de Antonio Maceo.
Es evidente, que la cultura, ha estado presente de una u otra forma en las acciones de cooperación entre ambas urbes. Como parte del Proyecto ADELANTE (también con impacto en la educación) dos promotores culturales cubanos trabajaron en un diagnóstico social, cultural y asociativo de la zona de Pelletier para la creación de un Centro de Acción Social y Educativa (CASE) inaugurado en el 2008.
Es innegable que a estos pueblos los une la idiosincrasia de ser caribeños, cualidad festejada en 2012 con la participación en el 32 Festival del Caribe dedicado a Martinica. La cultura de Lamentín es muy similar a la de los santiagueros en sus todas manifestaciones. Por ejemplo, en el canto, se recuerda con agrado el evento celebrado en el 2017 “Las voces del Caribe” con la participación del grupo cubano Adalias. Además de participar en el evento, estas santiagueras ofrecieron un concierto al personal municipal y dirigieron talleres de canto con los estudiantes del colegio Edouard Glissant.
Por otro lado, el entrenamiento a niños y atletas por parte de instructores deportivos cubanos, formó parte de las acciones de cooperación entre ambas ciudades en el sector del deporte. Inicialmente en 2001, llegó hasta Lamentín, un instructor cubano de natación para entrenar a los niños Longvilliers Club y la sección deportiva del colegio Petit Manoir. Más adelante, las acciones se consolidaron con el proyecto ADELANTE, que incluyó un eje deportivo en el que 5 instructores trabajaron en la preparación de atletas para aumentar el rendimiento (balonmano, baloncesto, esgrima, tiro con arco, natación).
Trabajar por aunar los lazos entre instituciones científicas de ambas ciudades, así como potenciar proyectos a favor de la protección medioambiental y para la prevención de riesgos, es otra de las tareas esenciales llevadas a cabo durante estos 25 años. De gran impacto fue el programa “Unidos en la gestión de riesgos”. Este proyecto (2006-2008) tuvo como objetivo poner en marcha herramientas de prevención para involucrar a la población de Lamentín, en el plan comunal para salvaguardar y desplazar a las personas en caso de riesgo. Justamente, en 2007, tras el paso del huracán Dean por Martinica, la ciudad de Lamentín recibió la ayuda de una brigada cubana especializada en la reparación de casas. De esta manera, nació el proyecto “1, 2 toits Solidaridad” (2008-2009) de ayuda mutua que combinó la acción solidaria y el intercambio de conocimientos en estructuras y cubierta de techos. Estos proyectos solidificaron aún más la amistad entre ambos pueblos resaltando esa incondicionalidad de estar el uno para el otro en todo momento. También de este proyecto surgió el programa de inmersión profesional en la Escuela UGO LUISI en Santiago de Cuba. Para aprender y consolidar conocimientos, los trabajadores en inserción de la ASL y el personal de Servicios Técnicos del proyecto “1.2, techos de Solidaridad” recibieron formación y experiencia profesional internacional en Santiago de Cuba.
Además, para continuar ganando en experiencia en cuanto a prevención y reducción de riesgos y desastres, en 2017 una delegación de Lamentín participó en el ejercicio nacional cubano METEORO.
En cuanto al acercamiento científico entre ambas ciudades se desarrollaron dos proyectos. En 2011 se realizó un trabajo entre la ciudad de Lamentín y el centro de investigación cubano BIOECO para implementar la política ambiental municipal, la Estrategia Ambiental de Lamentín conocida como SELA, la realización del Inventario Biológico Rápido de los manglares de la Cohé du Lamentín a la Bahía de Genipa y la escritura colectiva de un libro sobre la fauna y flora de los manglares, materializado en este año con la edición impresa del libro “Inventario rápido, Biológico, Social y Teconólogico”. Para el 2014, nuevamente, el centro de investigación cubano BIOECO y la ciudad de Lamentín trabajaron en colaboración para implementar un programa de educación ambiental en las 16 escuelas de Lamentín, así como un programa de formación multidisciplinario destinado al personal de los círculos Infantiles.
Uno de los sectores en el que la ciudad de Santiago de Cuba agradece enormemente su colaboración es en el sector de salud. Desde los inicios de la cooperación, la ciudad de Lamentín se ha mostrado como un hermano dispuesto a ayudar desinteresadamente. El primer paso en esta cooperación fue en 1997 con la firma del acta de hermanamiento entre el hospital de Lamentín y el hospital de Santiago de Cuba. La firma de esta acta se materializó entre 2002 y 2004 con la implementación de amplios proyectos entre el hospital Saturnino Lora y el hospital de Lamentín en los que sobresale la cirugía vaginal, cirugía maxilofacial, informática médica entre otros.
Las misiones médicas también tuvieron un papel importante para ambas regiones. Para 2017 los intercambios entre las autoridades sanitarias de Martinica y Santiago de Cuba fueron facilitados mediante la implementación de misiones en los respectivos territorios bajo la dirección de Lamentín.
De gran importancia resultó la colaboración de Lamentín a Santiago de Cuba en la batalla contra la Covid-19. Este hermano pueblo, rompiendo con las barreras del bloqueo, de forma altruista y desinteresada donó recientemente a la ciudad de Santiago de Cuba equipos e insumos de gran necesidad e importancia para combatir este virus que ha arrebatado la vida de varios santiagueros. Un gesto que los santiagueros no olvidan y agradecen infinitamente.
La figura de Pierre Samot, ha sido fundamental en esta cooperación. Es por eso que, en 1995, la ciudad de Santiago de Cuba, le otorgó la condecoración de Visitante Distinguido y en 1997 se le concedió el Escudo de la Cuidad. Cada ayuda, cada proyecto y cada programa refleja el grado de compromiso de un pueblo con el otro. Por esto en el 2006 la ciudad de Lamentín fue galardonada con el Premio de cooperación internacional por la ejemplar colaboración de las autoridades locales con actores de otro país, específicamente con la ciudad de Santiago de Cuba. También en 2017 Lamentín, fue galardonada con el sello de calidad nombrado, Programa de Apoyo a la Cooperación Temática (3ra edición) de las autoridades locales del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores.
Se festejaron los 15 años de cooperación, los 20 años, y aunque este aniversario 25, está condicionado por la fatídica pandemia Covid-19, las actividades y celebraciones a distancia se han hecho sentir. Tanto en Lamentín, como en Santiago de Cuba, se festejan estos 25 años de cooperación. Y como si fueran dos hermanos que no se ven hace mucho tiempo, las autoridades de ambos pueblos, esperan ansiosos el reencuentro.