Escrito por Orlando Verges Martínez.
Que el Festival del Caribe haya podido llegar hasta nuestros días y encontrar en todos estos años los modos, maneras y variantes para sobreponerse a las más diversas adversidades, se debe a su principal artífice y creador Joel James Figarola.
Con temprana claridad, James se aproximó a la caribeñidad del cubano.
Saliendo de las aulas de la Universidad de Oriente, llevaba ya las bases de este Festival, en una especial conjugación de sus profundos conocimientos sobre la historia de Cuba y del Caribe, con su aguda percepción de la psicología del cubano. Luego, el Teatro de Relaciones, le indicó los rumbos y le aseguró los primeros materiales para comenzar a levantar el edificio.
Para evocarlo en esta edición, he seleccionado dos citas de su vasta obra, en las que venían sugeridas dos esencias de lo que luego resultó ser esta Fiesta del Fuego.
La primera,
“El hecho de que al divertirse el cubano haya ido marcando pasos importantes en su historia, es una trascendental definición de sí mismo, que pudiera dar la clave, o una de las claves, para comprender su clara seguridad en el futuro”
La segunda,
“…el sentimiento de solidaridad es universal, pero comienza siendo local primero, nacional después, y termina con una apertura internacional en expresión altísima de la propia condición humana que es lo que conduce a Martí a afirmar: Patria es Humanidad”.
Desde que Joel falleció en la mañana del 26 de junio de 2006, lo veo pasar con frecuencia con gestos de satisfacción y orgullo. Por eso preferí para esta publicación, la obra de Román Emilio Pérez, Chico, destacado caricaturista santiaguero, y una foto que pedí a Viky James, su hija, que escogiera para la ocasión.
Alguien me aconsejaba una vez que, si no quería terminar siendo absorbido por su personalidad y su carisma, que me pusiera a distancia. Lo intenté siempre, tuve incluso que sobreponerme a su cariño aplastante. Todavía no sé si conseguí distanciarme como me aconsejaron; de lo que si estoy claro, es que colocó como barrera entre los dos, a su mayor creación, el Festival del Caribe.