Escrito por Reinaldo Cedeño Pineda
Mi abuela se quedaba extasiada al ver a Jorge Negrete entonar aquellas rancheras, con su sombraron y el inconfundible porte de “macho”. Mi abuelo solía desquitarse, elogiando a María Félix, con sus ojazos de reina y su estampa de amazonas.
Durante muchos años, no hubo Dios que pudiera suplantar en el gusto de los cubanos, los melodramas mexicanos, o las comedias de Cantinflas: “el pelado bonachón” que acababa siempre convertido en el héroe. Ni siquiera Hollywood. Y cada emisora del oriente cubano, llena la mañana con los corridos mexicanos, ahora mismo.
Más allá del plato y la música: en el filme de la vida, México fue también escalón definitivo para la Cuba revolucionaria. En 1956, una expedición encabezada por Fidel Castro dejó el puerto de Tuxpán en el pequeño yate Granma rumbo a la Isla. Juan Almeida Bosque, el Comandante, hizo espacio para la música. El tema “La Lupe” se convirtió en símbolo de toda esa historiar “Ya me voy de tu tierra /mexicana bonita,/ bondadosa y gentil /y lo hago emocionado / como si en ella dejara / un pedazo de mi /No me olvides, Lupita… ”
México y Cuba se empeñaron en andar juntas desde mucho antes. Desde el puerto de Santiago de Cuba partió la flota de Hernán Cortés en 1519, rumbo al imperio de Moctezuma. Los padres fundadores de ambas naciones supieron tender puentes. El Héroe Nacional Cubano, José Martí, ya desde 1889 había escrito emocionado al ver el pabellón de México en La Exposición Universal de París: “Como con un cinto de dioses y de héroes está el templo de acero de México (…) ¡así se debe querer a lá tierra en que , uno nace: con fiereza, con ternura!”
Y México supo seguir con fiereza y ternura. El México – rebelde de Cuahutémoc. Gertrudis Gómez de Avellaneda novelando su valor en la conquista de México.
ELMéxico insurgente de Hidalgo,. Morolos, Zapata. Y de Lázaro Cárdenas.
México del guitarrón, los tacos y los trajes de colores. México de las hermosas mujeres de Xochimilco con largas trenzas como Dolores del Río en María Candelaria…
México de los muralistas: Siqueiros, Orozco y Rivera. El México de Frida Khalo. Y una muralista mexicana que deja su huella en el oriente de esta Isla: Electa Arenal. México y su bolero yucateco. El México de Agustín Lara y Vicente Garrido, con la Cuba de Sindo Garay y Miguel Matamoros. México bailando con los cubanos Mariano Mercerón y Acerina, en sus grandes salones de danzón, el baile nacional de Cuba. La cinta mexicana Danzón de María Novarro.
Cuba acogiendo en su tierra al mexicano Juventino Rosas, el autor de “Vals sobre las olas”. Benny Moré, mito de la música cubana, que hizo de México plaza de triunfo: “pero que bonito y sabroso / bailan el mambo las mexicanas / mueven la cintura y los hombros / igualito que las cubanas…”
Elena Burque, La señora sentimiento en El Hábito, cantando a Gonzalo Curiel, A Vicente Garrido y a Manzanero. México del pensamiento y de las letras, que otorga el Premio Latinoamericano Juan Rulfo a los escritores cubanos Elíseo Diego y Cintio. Vitier.
Los estudiantes cubanos, abriendo los poemas de Sor Juan Inés de la Cruz; sintiendo el polvo sobre los caminos revolucionarios, con Los de abajo de Mariano Azuela. México que otorga “El Águila Azteca” a la mítica bailarina, Alicia Alonso y al pintor René Portocarrero. Cuba que impone sobre el pecho de José López Portillo, la Orden José Martí. La vedette eterna de Cuba, Rosita Fornés, proclamada “Vedette de América” en tierra azteca.
El Auditorio Nacional de México aplaudiendo a Pablo Milanés y a Los Van Van. Las pantallas del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, llenándose con Frida, naturaleza viva de Paul Leduc y Ofelia Medina. Los córales cubanos en las manos de María Rojo, Jaime Humberto Hermosillo y Arturo Ripstein, Pedro Infante, Luis Miguel y Gael García Berna! rompiendo corazones en La Habana.
Varadero besándole los vuelos a María de Lourdes. Los mariachis cubanos con sombrerones y violines. Ana Gabriela Guevara sustituyendo en las pistas del mundo a Ana Fidelia Quirot. Santiago de Cuba dedicando a la cultura mexicana su Festival…
México lindo y querido.
FUENTE: Boletín Encuentro No.6/2008